IRA

Con la ira segregamos adrenalina, nos preparamos para una situación de peligro inminente, es por ello que nuestro cuerpo se tensa para atacar a lo que nos da miedo.
Provoca un estado de estrés en aquell@s que se ven involucrad@s en una expresión de ira.

Se puede ver en la frente y en la tensión de los labios, dejando a la vista los dientes si la emoción es demasiado grande y poco disimulada. Movimientos corporales con tensión.

Al ser una de las emociones más básicas es la amígdala cerebral la que toma el control. En el momento que aparece podríamos decir que la ira tiene poco de inteligencia y mucho de impulso ciego.

La ira positiva

En el único supuesto que podría favorecernos un ataque de ira o enfado, es cuando nos enfrentamos ante una situación de vida o muerte. Hay personas que han sido capaces de tener una fuerza desmesurada para rescatar a un familiar en un accidente de tráfico.

Ejercicios para controlar la Ira.

Contactar con la respiración es lo principal.
Inhalar por la nariz llenando el estomago. Soltar el aire despacio. Repetirlo como mínimo tres veces.
Realizar círculos con los hombros, llevándolos delante y detrás.
Si puedes gritar, hazlo. Deja salir la rabia. Utiliza palabras absurdas como “árbol, cerdo, lata”
Sacude tu cuerpo, como si fueras una camiseta que vas a tender. Deja salir el aire.